Hay algo fascinante en ser observador en medio del murmullo de la multitud que protege nuestra intimidad, nuestro pequeño reducto en medio del espacio público.
Party nos introduce en ese alegre festival de vidas privadas que se juntan, con delicados matices que conviven en (aparente solo) contradicción, pues no existe colectivo capaz de permear el misterio que envuelve a cada uno de sus individuos…