El corazón humano es mucho más que frecuencia y ritmo. Un corazón puede albergar más de un latido en su interior, nutrirnos de recuerdos y emociones, acoger más de una vida, generar tanta luz en cavidades y rincones que sus rayos emanan de dentro a afuera, iluminan, perduran…se quedan…tendiendo así puentes con el universo.
El corazón es vínculo, crecimiento, una fuerza indescriptible que se irradia.
Un corazón es pura magia.